Hace ya un tiempo que escuche sobre la Gerencia de la Felicidad en las empresas, y he de decir que desde ese momento, el solo nombre me atrapó.
Los tiempos cambian y por tanto los modelos de trabajo que se venían empleando poco a poco necesitan ser refrescados, actualizados o simplemente cambiados. Estamos en una era de revolución tecnológica y es evidente que las generaciones de ahora vienen acopladas a este nuevo esquema de eficiencia, creatividad, optimización y transparencia.
Cuando hablamos de empresas, hablamos de estructura, y que no mejor ejemplo de estructura que el jefe y sus subordinados. Pero, esta está tendiendo a la extinción, y ahora, en el presente con miras al futuro, hablamos de líderes y equipos de alto desempeño. Como líderes debemos estar plenamente convencidos que las personas son importantes, y por tanto demostrarlo, porque esto se traduce directamente en productividad.
“La gente no renuncia a las empresas, renuncia a los malos jefes”
Así, cada vez es más relevante el cómo se sienten los trabajadores en una empresa. Y es justo en este momento donde las compañías y más aún los líderes, deben preguntarse ¿Qué define su facilidad laboral?Porque en la actualidad la ‘felicidad’ se está irguiendo como uno de los factores determinantes en los índices de productividad y retención empresarial.
Un concepto sencillo de plasmar pero difícil de definir. ¿Alguna vez se han preguntado que los hace feliz en el trabajo? ¿El salario? ¿Los beneficios? ¿La ubicación de su trabajo? ¿Los compañeros de trabajo? ¿Su jefe? Cada persona lo percibe desde un ángulo diferente, y es comprensible, cada persona es un universo diferente de posibilidades y necesidades.
Es una realidad que complacer a todos los miembros de una compañía no es posible, o por lo menos no en su totalidad, todo a razón de la esencia de inconformidad que tenemos los seres humanos y que de alguna manera u otra nos hace ‘pedir más’. No obstante, hay varios estudios que empiezan a arrojar que, generar una ‘felicidad colectiva’, promueve un ambiente laboral positivo.
“Se sabe que la gente contenta es más productiva, por lo que esto tiene un impacto en el compromiso con el trabajo y los resultado”, dice Karina Pérez, directora de la consultora Robert Half Chile.
“La felicidad laboral es algo esencial. Descubrir las motivaciones de los trabajadores, hacer algo sobre ellas, así como los buenos entornos, los ambientes facilitadores son un tema clave en la organización”, recalca Alejandra Cruzat, manager de recursos humanos de Michael Page.
Las estadísticas empiezan a hablar por si solas. Las personas felices tienen una productividad 25% mayor y por ende, mayor retorno al negocio. Así mismo, una persona motivada está un 80% de su tiempo enfocada en el trabajo; versus una insatisfecha, que sólo se enfoca el 50% de su jornada laboral.
Es un secreto a voces, la remuneración económica ya no es suficiente para retener al personal. La fuga de talentos humanos es un factor crítico en cualquier empresa si no se sabe anticipar y gestionar.
Ya lo habíamos mencionado, los Jefes son cosa del pasado y las puertas se abren para los Líderes. Carismáticos, emprendedores, estrategas, creativos, gestores, coach motivacionales, hay de todos los tipos y sin embargo en el trasfondo, parece que han sido cortados con la misma tijera, porque sin importar de donde vengan o hacia donde van, los líderes siempre adoptaran a su equipo y harán lo que sea necesario para lograr el objetivo común sin perjudicar a ninguno de los miembros. Los líderes son preocupados y atentos, y para ellos, cada uno de los miembros de su equipo es clave y por ende todos son importantes y requieren de la misma atención y cuidado. Un equipo en armonía es un equipo efectivo.
“Cuando las personas son más felices, funcionan mejor en su vida. Pero también en su trabajo. Se ausentan menos, tienen mayor motivación intrínseca, son más cooperativas y, en definitiva, genera más beneficio para las compañías. A pesar de lo que se pueda creer, es algo transversal y el incentivo no va necesariamente de la mano de subir sueldos, sino por desarrollar confianza”, dice Wenceslao Unanue, director del Instituto de Bienestar y académico de la Universidad Adolfo Ibáñez.
Un miembro de equipo como parte de una empresa, si sienten que tienen un mal trabajo, por un factor o factores X, automáticamente suelen ser menos participativos, menos comprometidos, y no son lo suficientemente productivos para brillar dentro de un equipo de trabajo.
Pero entonces si la felicidad es tan importante, es momento de encontrar las maneras de poder gestionarla. Ese es el rumbo que las áreas de RRHH están tomando, es ahí en donde nace el concepto de Gerencia de la Felicidad. ¿Su objetivo? Las personas y sus necesidades.
Los gestores de la felicidad deben desarrollar las herramientas que impulsen la eficiencia y productividad al máximo de las personas con un mínimo de desgaste psicológico, físico y emocional. No es una tarea fácil, pero no imposible. Dedicarse a la motivación personal y grupal de las personas en su día a día, para lograr una experiencia única y positiva es un reto de dedicación y pasión. La Gerencia debe dedicar el suficiente tiempo a escuchar a los trabajadores de forma activa, generar empatía con ellos y así actuar para solventar y/o mitigar los problemas que afecten sus responsabilidades dentro de la empresa. De lo contrario, tendremos personas toxicas que rápidamente contagiaran al ambiente laboral.
Gracias a todo lo previo comentado, podemos englobar las responsabilidades de la Gerencia de la Felicidad en:
- Diseñar iniciativas de motivación. La gerencia debe empatizarse con los miembros de la empresa, entenderlos y promover iniciativas que generen un sentimiento de satisfacción no solo profesional, sino también personal.
- Generar canales de comunicación clara y transparente. El concepto de “puerta abierta” puede tomarse como punto de partida. Los líderes de empresas, dan la libertad y confianza de que estar siempre disponibles para escuchar a sus colaboradores, esto genera retroalimentación constante y permite a los empleados sentir menos barreras de niveles entre los cargos.
- Promueven el respeto. Con la confianza viene el respeto. Esto permite mantener un ambiente de trabajo más ameno y cordial.
- Fomentan actividades de reducción de estrés. Una persona que le gusta su trabajo no está absuelta del estrés, es lo que defino como ‘estrés sano’ ese que con su sabor amargo se disfruta. Sin embargo este aun afecta negativamente el cuerpo y la mente si no se sabe gestionar, por lo que encontrar las vías que permitan desahogar esas tensiones, ya sea con actividades internas o extracurriculares, es fundamental.
- Sembrar y cultivar el optimismo. Esta puede ser la más difícil de todas, ya que el optimismo va ligado no solo a una satisfacción profesional, sino personal, por lo que maniobrar en los ‘va y vienes’ del personal es una tarea titánica. Escuchar y actuar, una práctica de ensayo y error cuyos frutos se verán con el tiempo.
Como dato final y curioso, les nombro alguna de las empresas que actualmente Gestionan la Felicidad: Open English, Google, Zappos, 72andSunny, The Happy Startup School.
En sus lugares de trabajo ¿se gestiona la felicidad?
https://www.linkedin.com/pulse/la-hermana-nueva-en-gesti%C3%B3n-organizacional-gerencia-de-delgado?trk=hp-feed-article-title-share
No hay comentarios.:
Publicar un comentario